Camellas-Lloret un hotel sencillo, relajado, humano, imperfecto…

Si estas buscando un sitio para pasar un fin de semana, un mes, o el resto de tu vida, conduce hasta Montreal al sur de Francia, pasando por Perpiñan.
Escondido en un pueblo medieval del Languedoc francés, Camellas-lloret es mi hotel-boutique favorito, con esa belleza humilde que encuentras en las casas del campo francés.

vista del jardín interior camellas-lloret

Paredes encaladas, suelos de barro, linos lavados, maderas recicladas, terciopelos, bañeras de hierro, escaleras de piedra…me gusta todo, no cambiaría absolutamente nada.

La historia de los dueños de Camellas-Lloret es tan bonita como la casa

No si es ese «Je ne sais quoi» francés, la luz que entra por los ventanales o la historia de como se conocieron los dueños, pero esta casa rural del siglo XVII de Annie y Colin Moore es una casa de ensueño, casi mágica, con una decoración perfectamente imperfecta.

Annie es neoyorquina y Colin sudafricano, se conocieron en un trayecto en tren Paris-Roma en 1982, se enamoraron y el flechazo fue tal que decidieron casarse y quedarse a vivir en Francia.

Annie y Colin Moore en casa con sus dos Jack Rusell terrier

Su sueño de vivir en el campo para poder disfrutar de una vida sencilla se cumplió 30 años después cuando compraron esta maravilla rural escondida en un pueblo francés.

Una reforma de cuatro años que ha respetado la esencia de la construcción

Los espacios centenarios de la casa, resucitaron con una reforma que respeta y mantiene su esencia y la mayoría de detalles de la construcción original: las chimeneas de mármol, los suelos de barro, las molduras de escayola, los ventanales de madera, el friso del salón…

en la reforma se respetaron los elementos propios de la construcción como estas escaleras de piedra
una de las chimeneas de mármol originales de la casa

Tardaron cuatro años en renovar todas las instalaciones, cambiar la distribucion y amueblarla para poder alquilar habitaciones.

La decoración de Camellas Lloret es sencilla y relajada

Linos crudos, madera en estado puro, delicados barros …una decoración que busca la belleza de los objetos imperfectos.

Lo que más me gusta de la casa es que es autentica, objetos de distintas épocas se mezclan en sus habitaciones como lo harían en una casa real en la que los objetos que la amueblan y decoran nos van contando su historia. Son objetos humildes con la huella humana impresa en ellos.

Camellas-Lloret esta decorada con objetos que fueron comprando como compran los franceses, en los mercadillos y anticuarios de la zona.

La decoración es todo lo opuesto a esas casas pretenciosas con perfectas decoraciones minimalistas.  Me encanta la humildad con la que eligieron hasta el ultimo detalle. Los objetos que decoran las habitaciones no se compraron para presumir si no para disfrutar.

Nunca me he sentido cómoda en las casas modernas sin prácticamente un detalle que nos de pistas de quien vive en ellas, esas casas que tienen absolutamente todo lo que marca tendencia y en las que no encuentras nada que te invite a pensar, a preguntar donde, como y por que. Prefiero casas como como la casa de Marie-France Cohen , el loft de cabbage and roses o este increíble hotel rural.

Un jardín fácil de querer, tranquilo, reposado y amable

En el jardín una mezcla de plantas blancas y verdes, sillas de hierro y sombras de cañizo.
El jardín esta pensado para poder desconectar y disfrutar de las cosas sencillas.

detalle de la zona comedor exterior con pérgola de cañizo
sencillo jardín con muebles fabricados con maderas recicladas

Un comedor con papeles empapeladas que contrasta con la piel centenaria de la casa

En el comedor las paredes están empapeladas con uno de mis papeles pintados favoritos. Me encanta el contraste visual de la mesa tulip en el comedor de esta casa centenaria.

comedor con paredes empapeladas y mesa tulip

La lampara de lagrimas es la original que encontraron en la casa, la restauraron y pintaron.

Un salón suave y elegante

El salón resulta elegante sin pretenderlo, la chimenea de mármol Louis XV, los suelos de madera, las molduras de los techos y el friso de las paredes conviven con los sillones metálicos, el sofá de terciopelo y una alfombra beréber.

enorme sofá de terciopelo marrón en el salón de camellas Lloret

El suelo esta hecho con tablones recuperados que potencian el estilo rústico de la casa.

salón con mesa centro rústica de madera reciclada y alfombra beréber

Las habitaciones decoradas con tonos naturales, linos lavados y estilo francés.

No puedo deciros cual me gusta más por que me gustan las cuatro, son perfectas.
La primera habitación esta en la primera planta y tiene una cama de matrimonio grande, el gris verdoso de las paredes es el tono perfecto de gris, un color sofisticado para un espacio simple, casi minimalista.

la habitación numero 1 con paredes grises y chimenea de mármol

La segunda habitación, también en la primera planta, tiene una cama de matrimonio, paredes grises, chimenea de mármol y una alacena llena de libros antiguos.

habitación numero 2 con alacena con puertas de gallinero

La tercera resulta más espaciosa y tiene vistas al jardín. La pared empapelada con una papel pintado de flores vintage y sus paredes tierra, la distinguen de las dos primeras.

habitación numero 3 con paredes empapeladas con flores vintage

El papel pintado retro le da a esta habitación un aire nostálgico como de otro tiempo, sin duda esta es la más coqueta de las cuatro habitaciones.

detalle del nostálgico papel de flores de la pared del cabecero

La habitación numero 4 es la más divertida, con una cama con dosel y una bañera de hierro con patas. La estructura de madera natural de la cama contrasta con las paredes que vuelven a ser grises.

habitación numero 4 con cama de madera reciclada
una colección de estudios enmarcados decoran la pared de la habitación numero 4
detalle del baño d ella habitación con bañera de patas recuperada

La quinta habitación es en realidad un apartamento independiente donde el color blanco de las telas y las paredes encaladas ayudan a iluminar potenciando la luz a que entra por las antiguas puertas acristaladas.

 

La decoración del baño tiene un aire vintage muy actual y autentico. La grifería nos recuerda que estamos en 2019

Una vez más Francia nos da una lección de estilo con ese je ne sais quoi con el que consiguen decorar increíbles espacios de una forma natural nada forzada.

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