Sin duda uno de los elementos fundamentales en la decoración de una casa es su iluminación.
No todas las casas son iguales, y desde luego que tampoco debería serlo el tipo de lámparas, apliques y halógenos que utilicemos para iluminarla.
Aunque suene un poco raro si estamos pensando en cómo iluminar nuestra casa, lo primero que deberíamos hacer es ver la luz natural que tenemos. Factores como la orientación, y el tipo de ventanas y puertas, harán que la luz natural interior de cada casa sea distinta.
Una casa en el campo, en la playa o un ático en la ciudad, solo por su entorno y sin entrar a valorar su distribución interior, tendrán necesidades de iluminación diferentes.
Lámpara de mimbre redonda
Lámparas de techo de mimbre natural en diferentes medidas y formas.
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No dejes la iluminación para el final.
Una buena iluminación es aquella que ha sido planificada. Al igual que haríamos con la distribución de los muebles de nuestra casa, ¿porque no hacerlo con la iluminación? Solo con una planificación previa podremos conseguir que la iluminación de nuestra casa se ajuste a nuestras necesidades.
¿Qué es planificar la iluminación?
Planificar es ver las necesidades de iluminación que vamos a tener en cada una de las estancias de la casa, de forma que estas puedan quedar definidas antes de la realización de una obra o reforma
¿Que entendemos por necesidades?
En iluminación las necesidades serian aquellos puntos de luz que van a ser necesarios para poder iluminar cada rincón de nuestra casa.
Muchas de estas necesidades son comunes, como por ejemplo un punto de luz en el techo del dormitorio, o enchufes a ambos lados del cabecero…, pero hay otros y desde luego no menos importantes que siendo particulares, solo se pueden prever si se han tenido en cuenta previamente a la realización de una obra o reforma.
Ejemplo de estas necesidades particulares podrían ser.
- Si te gusta leer en la cama, un aplique de pared sobre la mesita de noche, podría ser una solución mucho más funcional que el de la tradicional lámpara de mesa.
- Un escritorio en el salón para trabajar o estudiar, requerirá de un punto de luz para una lámpara, y un punto de enchufe si queremos poder conectar entre otros nuestro ordenador.
Solo planificando la iluminación podrás contar con los enchufes, puntos de luz e interruptores que luego necesitarás.
La iluminación tiene que entenderse como un elemento inseparable a la decoración, ya que bien planificada permitirá no solo iluminar los espacios, sino crear ambientes muy confortables.
Si por ejemplo tienes previsto poner una cómoda o consola en la entrada de tu casa, lo ideal sería saber las medidas que tendrá ese mueble. De esta forma podrás ver no solo cuál es su mejor ubicación, sino también definir donde te interesaría poner los interruptores y enchufes de luz.
Un espacio como el recibidor requerirá normalmente de un punto de luz en el techo, unos interruptores en la pared con los que poder encender y apagar la luz cuando entres o salgas de casa, y unos enchufes que te permitan poner una lámpara sobre el mueble que vas a colocar o un para una lámpara de pie que también es una solución muy habitual.
Normalmente estas necesidades de iluminación se reflejan en un plano, de forma que no solo ahora, sino en un futuro podrás saber y comprobar por donde va la instalación eléctrica de tu casa.
Tener los planos de la instalación eléctrica de la casa te permitirá poder acometer cualquier reforma en un futuro sabiendo por donde pasan los cables de tu instalación.
La iluminación por estancias:
Cada parte de la casa requiere de un tipo de iluminación diferente. Zonas de descanso, de paso, de trabajo o de esparcimiento, van a tener unas necesidades de iluminación distintas.
El Salón:
Un espacio que debe invitar a sentirse cómodo y relajado. Una iluminación suave basada en lámparas de pie y de mesa, unido a puntos de iluminación decorativa en cuadros o espejos, nos ayudaran a conseguir que nuestro salón sea un espacio cálido y muy acogedor
La cocina:
La cocina es fundamentalmente una zona de trabajo, donde la encimera y el fregadero deben contar con una buena iluminación, preferiblemente blanca y lo suficientemente intensa con el fin de evitar que se produzcan sombras.
Si cuentas con un espacio destinado a office, sobre la mesa de la cocina podrás optar por una iluminación más cálida que invite a disfrutar de uno de los espacios más utilizados de la casa.
El dormitorio:
Sin duda este espacio destinado al descanso debe contar con una iluminación que invite a ello. La luz en esta estancia tiene que ser cálida. Para ello en lámparas tanto de mesa como de techo deberás utilizar bombillas que proyecten una luz con un tono más amarillento.
Las pantallas son el gran aliado para tamizar la luz y reducir su intensidad
El comedor:
La solución más habitual es la de colocar una lámpara de techo que ilumine la mesa. Para ello es muy importante que elijas muy bien su tamaño para que esta quede proporcionada.
Si tu mesa de comedor es muy alargada puedes optar por colocar dos lámparas de forma que no queden zonas con escasa iluminación.
La altura a la que coloques la lámpara y el tipo de bombillas que uses son muy importantes para que tú mesa quede bien iluminada sin llegar a deslumbrar a los comensales
En el recibidor y en el pasillo:
Iluminar con el objetivo de conseguir espacios que transmitan calidez. No abusar de la cantidad ni de la potencia de luz seria la premisa que deberíamos considerar al pensar en estos espacios de transición.
Los apliques de pared y las lámparas de pie o mesa con pantalla son dos opciones perfectas para conseguirlo
Una buena iluminación es aquella que combina a la perfección la iluminación general, la luz ambiental y la luz puntual.
La iluminación es capaz de transmitir sensaciones, y una tan perseguida en decoración como es la calidez, se debe en gran medida al buen uso de esta.