Los frisos de madera resultan la solución perfecta para proteger aquellas paredes de nuestra casa más expuestas.
En Vilmupa nos gustan los frisos de madera blancos. Aunque cuando hablamos de blanco, las posibilidades de color o tono y el tipo de pintura que apliquemos puede ser muy amplio, nosotros sin duda nos decantamos por los de madera pintada a mano y en blanco roto.
¿Por qué pintado a mano y no lacado en blanco?. Muy sencillo, si lo hacemos lacado, al principio nuestro friso estará perfecto y sin duda quedará muy bien, pero si la idea es poner un friso para proteger la pared sin dudarlo estará expuesto al paso de personas a roces y manchas.
Siendo así, al estar lacado, para poder quitar cualquier raya o mancha que no se vaya con la simple ayuda de un trapo, esponja y jabón nos hará tener que lacarlo, y lo pero es que por ejemplo en un pasillo, si tenemos que arreglar un desperfecto volver a lacarlo puede suponer un autentico trastorno.
Si optamos por un friso de madera pintado a mano, bastará con tener la precaución de guardar un poco de pintura del color utilizado para que nosotros mismos con la ayuda de un simple pincel volvamos a dejar nuestro friso perfecto.
¿Dónde podemos colocar un friso? Realmente partes de casa como recibidores, pasillos, cocinas y baños son las más habituales pero dormitorios y escaleras no son menos habituales.
En muchas ocasiones los frisos de madera los colocamos simplemente para decorar nuestras paredes y crear ambientes más cálidos y acogedores
Quedan perfectos a media altura. En estos casos quedan perfectos tanto si el resto de la pared hasta el techo la pintamos como si optamos por colocar papel pintado en ese espacio.
Os dejamos algunas fotografías de frisos de madera que en Vilmupa hemos instalado a diferentes clientes. Podréis ver que quedan perfectos