Abrir las ventanas y dejar que la luz vaya inundando cada rincón de nuestro cuarto hasta el atardecer, es un placer que solo se valora sin en algún momento lo has tenido y por un cambio de casa lo has dejado de disfrutar.
La luz natural que es a la que en este post nos referimos, es sin duda un gran aliado en la decoración.
La luz en sus distintas formas a lo largo del día es capaz de transmitir alegría y sensación de tranquilidad. Desde los primeros rayos del sol a los atardeceres con mucha luz de las tardes de primavera y verano. La luz natural es uno de los elementos más importantes si queremos conseguir un dormitorio cálido y acogedor
Tener un dormitorio con mucha luz son todo ventajas
Podrás si te gusta y quieres poner papel pintado en todo el dormitorio o en la pared de tu cabecero sin tener que verte obligado a elegir o mejor dicho optar por papeles con estampados muy claros o suaves.
Si tienes mucha luz natural podrás elegir esos papeles que ves en las revistas con estampados más atrevidos y colores más intensos ya que la luz natural te ayudara a equilibrar y crear ese contraste necesario para que tu papel quede perfecto
Las telas para tus cortinas, ropa de cama y tapizados como sillas o banquetas, lucirán de forma distinta según la luz vaya inundando tu cuarto.
Podrás elegir el cabecero para tu cama sin imitaciones. De madera natural, pintado o tapizado, la luz hará que este se vea mucho más bonito
Levantarte por las mañanas y ver entrar la luz del sol por tu ventana es un placer que no tiene precio y que podrás disfrutar si eliges la casa con la orientación adecuada
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