Si le dedicamos solo un poco de tiempo y no nos precipitamos, conseguir ese ambiente cálido y acogedor en nuestro dormitorio no es nada complicado
Son muy pocos los muebles que entrarán a formar parte de este espacio, por lo que las posibilidades de equivocarnos no son muchas si seguimos una serie de pasos.
1.- Tomar las medidas de la habitación
Normalmente las habitaciones suelen ser cuadradas o rectangulares, por lo que este primer paso no resultará muy complicado.
Solo te hace falta un papel, un metro y ves anotando una a una todas las medidas, sin olvidarte de marcar también la altura del techo.
Ya tienes el plano de tu dormitorio. Ahora deberías marcar también la ubicación de ventanas, radiadores, y tomar la medida de algún mueble que tengas, si piensas incorporarlo en tu decoración
2.- Los muebles del dormitorio
Vamos a pensar en los dormitorios más habituales, en los que normalmente nos cabrá el cabecero de cama, las mesitas de noche, una cómoda o sinfonier y con mucha suerte una banqueta a pie de cama.
Son muy pocos los muebles, por lo que es importantísimo acertar tanto en su distribución como en la medida de los mismos
Lo primero será ver el colchón de nuestra cama, para definir la medida del cabecero que vamos a necesitar. Una vez definida la medida de este, el tamaño de las mesitas de noche saldrá prácticamente por sí solo. Veremos el espacio que nos queda libre a ambos lados de la cama, teniendo en cuenta, si en alguno de los lados tenemos armarios, por considerar la apertura de las puertas
En la elección de las mesitas, también tendrás que considerar su altura. Fíjate en la altura de tus interruptores de luz, aunque no te obsesiones, desplazarlos, subirlos o bajarlos, no es nada complicado ni supone una obra mayor.
El resto de los muebles como pueden ser la cómoda o el sinfonier, serán fácilmente ubicables una vez definido el cabecero y las mesitas
Solo ten cuidado, o mejor dicho, ten en cuenta los espacios que te quedan de paso para que no te agobien
3.- Los colores de las paredes
Muy fácil, marrones, grises, tostados… te ayudaran a conseguir ese deseado ambiente.
Dentro de estos colores puedes jugar con tonos más o menos fuertes en función de la luz que tengas, aunque en Vilmupa siempre preferimos los colores con una tonalidad más suave
También puedes utilizar los papeles pintados, en la pared del cabecero o en toda la habitación, son un elemento decorativo que nunca falla
4.- Los colores y acabados de los muebles
Si no quieres equivocarte, colores en blanco rotos combinan perfectamente con maderas naturales y con cabeceros tapizados
Aunque quizás este paso te pueda resultar un poco más complicado lo verás más con las fotografías que hemos incluido.
5. Las telas para cortinas y ropa de cama
Sin duda linos naturales y algodones para tus cortinas y visillos combinan perfectamente con colchas y fundas nórdicas blancas
Si quieres darle un poco de contraste, puedes hacerlo con los cojines que pongas para decorar tu cama
Y el único secreto un poco de paciencia, y de dedicación. Tu esfuerzo saldrá recompensado